Es símbolo de confort y menaje divertido que siempre podemos reinventar con nuevos diseños. Te contamos cómo tapizar un puff y volver a darle vida.
Lo que necesitas para tapizar un puff
Lo más importante, es hacerte con tus telas para tapizar preferidas, así como unas tijeras de costura, adhesivo en espray, y una grapadora eléctrica. Y si ya lo tienes todo… ¡Manos a la obra que empezamos!
Cómo tapizar un puff cuadrado paso a paso
1. Para aprender cómo hacer un puff, primero debes quitar el tejido, las grapas y los restos del tapizado anterior. El consejo extra consiste en utilizar una tela para tapizar resistente y que combine con la estética que deseas. ¿Qué tal un estampado tropical? Además de la tela exterior, necesitas material para acolchar ligeramente el forro: gomaespuma, o sustitutos como tejidos sin tejer que puedes adherir con el adhesivo.
2. Confecciona una punta con cuatro piezas que se adapten a los laterales con sus cuatro costuras respectivas. La medida ideal consiste en dejar siempre 6 cm más por pieza para el dobladillo y debe quedarse lo más ajustada posible. Es imprescindible ajustar las costuras de forma exacta al ángulo para que no queden torcidas.
3. Realiza el dobladillo de forma manual mientras grapas el puff rodeando las patas.
4. Creamos la funda de la tapa, la cual tendrá las medidas de la tapa superior (deja unos 3 cm de más para el dobladillo y 6 cm más de holgura para remeter), ajustada a cuatro laterales cosidos. Prevé un espacio para las bisagras que van a unir el puff a la tapa cortando con las tijeras. Como consejo, recomendamos preparar el tejido antes de poner las grapas.
5. Abre la tapa y ajusta el tejido que sobra en los ángulos, cortando los restos con tijeras.
6. Grapa el tejido que sobra al interior de la tapa ayudándote con las manos.
7. El paso final consiste en rematar con una tira de tejido con perímetro interior de la tapa del puff para que no se vean las grapas. Puedes pegar la tira con un buen adhesivo.